domingo, 25 de noviembre de 2018


REGIONES NATURALES DE MÉXICO
¿Qué es una región natural?
Las regiones naturales son espacios físicos delimitados por sus características similares como lo son el clima, la flora y la fauna.

En la geografía, las regiones naturales pueden dividirse en varios tipos según elementos como el clima, la situación geográfica, la hidrología, la biodiversidad, el suelo, el relieve, entre otras cosas. Cada país o región comporta diferentes tipos de regiones naturales que suelen dividir el territorio por sus características climáticas.

¿Por qué existen diferentes tipos de regiones naturales?
Las regiones naturales son ciertos tipos de regiones geográficas, delimitadas principalmente por accidentes físicos relacionados con el relieve, y en menor medida por el clima, la vegetación, la hidrografía y otros aspectos locales.
Por lo general se emplea el término región natural como más o menos sinónimo de otras formas de clasificación geográfica determinadas por las condiciones climatológicas u orográficas (relieve), pero en realidad los límites de una región y otra son convencionales y difíciles de precisar científicamente.
Se trata, en todo caso, de un conjunto de regiones en que se puede organizar un territorio, atendiendo a sus diversos aspectos bióticos y ecológicos presentes.
Por su variedad en clima y su diversidad de flora y fauna nuestro país México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial por contar con una enorme biodiversidad.

Características principales de cada región natural.
México cuenta con seis regiones naturales que son: el bosque, los desiertos, los matorrales y pastizales, la selva húmeda, la selva seca y la región marina.
BOSQUES
Entre sus bosques más conocidos se encuentra el bosque de pino y el bosque de encino, los cuales pueden encontrarse en las cadenas montañosas de las Sierras de Chiapas, Baja California, la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre del Sur, el Sistema Volcánico Transversal, y Oaxaca.
Estas áreas han sido atribuidas a peligros de extinción por sus amenazas continuas a accidentes, como incendios forestales naturales y a la deforestación exacerbada por el aprovechamiento económico de la madera.
Cabe destacar que, en algunas de estas tierras, el humano ha influido enormemente a su desgaste natural ya sea por el cultivo de café que han realizado, la ganadería extensiva o por la siembra de árboles que den frutas, ya que el clima es propicio para la buena cosecha, pero pareciera no percatarse del gran daño que le hacen a la naturaleza.
Desiertos
La zona árida de México se caracteriza por el intenso calor durante el  día y el potente frío de noche. Son lugares en los que casi no llueve anualmente y el clima, como es de esperarse, es mayormente seco.
Geográficamente, México es uno de los países más grande de América, y los desiertos forman parte de al menos la mitad del territorio del país, en los que se encuentra un 60% de especies de cactos exclusivos de este territorio.
Uno de los desiertos más destacados por su extensión es el Desierto de Chihuahuas, el cual es el más extenso del norte; luego le siguen el Desierto de Sonora y por último el del Valle de Tehuacán.
En ellos hay una enorme variedad de cactus y arbustos; y puede apreciarse las dunas arenosas del Gran Desierto de Altar, la Reserva de la Biosfera El Pinacate y sus volcanes, coyotes, correcaminos, berrendos, entre otras numerosas especies más de la biodiversidad.
Matorrales y Pastizales
A diferencia de las Regiones Naturales de México anteriores, ésta sólo ocupan un máximo del 12% en la población; no obstante, ellas son el hogar de una importancia diversidad que comprende las plantas gramíneas de las que derivan los cereales.
Asimismo, en estas regiones se aprecia una abundante proliferación de pasto y de vida de numerosas aves como las codornices, los halcones, y de mamíferos como los jabalíes, los perritos de las praderas, coyotes, entre otros.
Son zonas en las que abunda la lluvia, y se ubican en Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Zacatecas y demás.
Selva Húmeda
Desde su propio nombre podemos saber que se trata de zonas con reiteradas lluvias, razón por la cual, sus ríos son caudalosos. Y en cuanto al clima se identifica como templado, cuya temperatura oscila entre los 23°C y 25°C.
Estas zonas comprenden la mayor abundancia de especies florales  y vegetales como las orquídeas, la caoba, el ébano, la banana, el guayacán, y afines.
Aunado a lo anterior, en estas selvas coexisten animales como pródiga variedad de aves, insectos, mamíferos como el jaguar y reptiles.
De las selvas más destacadas encontramos en principio La Selva Lacadona, la cual se ubica en entre Chiapas, Yucatán y Guatemala. Las demás selvas podemos hallarlas en Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz.
Las Selvas Secas de México
Con un clima cálido semihúmedo, esta región abarca la Llanura Costera del  pacífico, la Depresión del Balsas, Sinaloa, la península sudeste de Baja California y algunas zonas de la Sierra Madre del Sur hasta Guatemala.
El color que predomina ante la visión es café grisáceo durante la temporada otoñal, aunque se evidencia que reverdece en las temporadas de lluvias.
A diferencia de la Selva Húmeda, se observa una vegetación de árboles de menor tamaño y más separados entre ellos. De hecho, muchos de sus arbustos poseen espinas en vez de hojas, con el propósito de conservarla húmeda.
Las principales especies que habitan en esta selva son las ardillas, armadillos, chachalacas, comadrejas, culebras, iguanas, insectos, gusanos, palomas, patos, tortugas, y zorrillos.
En cuanto a la vegetación, hay alrededor de mil especies diferentes, en las que abundan los árboles y arbustos con espinas, tales como los cactus, colorín, copales, huizaches, mezquites y papelillos.

Región Marina
 Como es de esperarse se encuentran ubicadas en las costas y parte de los mares oceánicos que rodean el país, como la Baja California y la Costa de Yucatán; donde predomina el clima tropical y caluroso, cuyo suelo es tanto arenoso como rocoso, el cual es propio de los litorales.
En cada zona marítima conviven diferentes especies, ya que algunos mares son más salados y profundos que otros; por ejemplo, el océano Pacífico es más salado que el Golfo de México. Pero, esto no es lo único que influye en la convivencia de las especies, ya que también es importante la intensidad de las corrientes marinas, las cuales pueden ser tanto frías como cálidas.
En la Región Marina de México cohabitan corales, peces espadas, moluscos, pámpanos, tiburones, tortugas de mar, peces velas. Sin embargo, en las últimas décadas muchas de las especies se han diagnosticado en peligro de extinción debido a la pesca indiscriminada y el poco cuidado de la región.
En la actualidad, existen numerosas leyes que protegen el mundo animal. A fin de preservar las Regiones Naturales de México es indispensable no ser parte del tráfico de especies, evitar la compra de productos de animales silvestres como las pieles; no cambiar de lugar animales o plantas propias del ecosistema, no capturar animales, y evitar los souvenirs hechos a partir de seres vivos.
Ubicación en el mapa.

Servicios ambientales que nos aporta cada región natural.
Los Bosques y las selvas cubren en conjunto poco más de 30 por ciento de la superficie terrestre del país. Geográficamente hablando son los ecosistemas dominantes en México, y aportan enormes beneficios económicos, sociales y, sobre todo, ambientales. Nadie pone en duda que bosques y selvas proporcionan productos y servicios que contribuyen directamente al bienestar de la población y que son vitales para nuestras economías y vida cotidiana (son fuente de recursos alimentarios, maderables, combustibles y medicinales, entre otros; además, sirven como sitios turísticos y de recreación escénica y son también importantes para las actividades socioculturales y religiosas de sus habitantes). Pero lo que no todos tienen claro es que bosques y selvas proporcionan servicios ambientales fundamentales como el mantenimiento de las fuentes de agua y la diversidad biológica, así como la regulación del clima y la captura de carbono.
Bosques y selvas proporcionan los siguientes servicios ambientales relacionados con la regulación del agua en una cuenca:
·        Regulación de la calidad y cantidad del agua.
·        Minimización de ciclos de inundación y sequía.
·        Protección y mantenimiento de suelos y sus nutrientes.
·        Regulación del clima a escalas local y regional.
·        Estabilización del paisaje y prevención de deslaves.
Bosques y selvas no sólo captan el agua de lluvia, sino que pueden modificar los patrones de precipitación mediante la regulación del clima regional. 
Los bosques en particular desempeñan un papel preponderante en el ciclo global del carbono al almacenar o capturar grandes cantidades de este gas en su biomasa (tronco, ramas, corteza, hojas y raíces) y en el suelo.
SOBRE EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES
EN EL BOSQUE
Se realizaron inventarios en México donde se estimo que hubo pérdidas de entre 36 mil y 45 mil hectáreas anuales, debido a la deforestación, con cifras variables según la zona del país.
“Las principales causas de esta pérdida es la tala ilegal, que provoca deforestación y degradación, pues se realiza sin estrategia de manejo”, subrayó.
También, por su transformación en zonas para agricultura, debido a que tienen un clima benigno y húmedo, que genera suelos de buena calidad. Más recientemente, añadió, se ha sumado también la introducción de la ganadería.
El avance de infraestructura para instalar torres de luz y carreteras; los incendios, algunos provocados y otros naturales, así como el desarrollo urbano inmobiliario, que aumenta de manera expansiva hacia zonas boscosas, representan otra fuente de merma.


EN EL DESIERTO
El calentamiento global está aumentando la incidencia de las sequías, que secan los Las altas temperaturas pueden incrementar el número de incendios forestales que alteran los paisajes xerófilos debido a la eliminación de los árboles de lento crecimiento y los arbustos sustituyéndolos por yerba de rápido crecimiento.
Los regadíos utilizados para la agricultura, pueden, a largo plazo, elevar los niveles de salinidad del suelo hasta el punto de no admitir el crecimiento de las plantas.
El pastoreo puede destruir muchas plantas y animales desérticos.
El cianuro de potasio utilizado en la minería aurífera puede envenenar la vida animal y vegetal.
Los vehículos todo terreno usados de forma irresponsable, pueden causar daños irreparables a los hábitats desérticos.
 La producción gasífera y petrolífera puede afectar los ecosistemas sensibles.
 Los desechos nucleares pueden almacenarse en los desiertos, puesto que ya han sido utilizados como campos de prueba para explosiones nucleares.


EN LOS MATORRALES Y PASTISALES
Los pastizales son considerados uno de los ambientes más amenazados de América del Norte. Un pastizal sobre pastoreado significa desolación erosión, y ganado desnutrido. El mal manejo ganadero impide el buen desarrollo y la reproducción de las especies vegetales más nutritivas y apetecidas por el ganado.

EN SELVA HUMEDA
Las principales amenazas que afectan a la selva baja son:
· Tala y quema de los bosques por agricultura migratoria, ganadería extensiva, cultivos ilegales y concesiones forestales mal planificadas.

· Tráfico ilícito de especies y cacería indiscriminada, que generan la extinción de la fauna silvestre y la perdida de los animales proveedores de carne de monte.

· Construcción desordenada de carreteras y avance descontrolado de urbanizaciones, que originan el desplazamiento y aislamiento de las poblaciones indígenas.

· Minería informal aurífera y extracción de petróleo sin cumplimiento de los programas de educación al medioambiente, que ocasionan la contaminación de ríos y lagos al verte sus aguas pesadas y resto de mercurio, afectando la salud de los pobladores locales y el ecosistema.

· Extinción de pueblos indígenas, poseedores de valiosos saberes sobre el uso de conservación de la flora y fauna silvestre, debido a la colonización descontrolada

EN SELVA SECA

La deforestación a gran escala de estas selvas se disparó a partir de 1970 con el impulso al reparto agrario, la revolución verde y el fomento agropecuario que favorecieron la transformación de millones de hectáreas en distritos de riego, plantaciones y tierras de agostadero para la ganadería extensiva. Así mismo la infraestructura del turismo a gran escala ha contribuido a la pérdida de estas selvas. El cambio climático amenaza con hacer extremas las condiciones de aridez y desertificación. Actualmente los remanentes de selvas secas en México se siguen perdiendo y fragmentando.

EN LA REGION MARINA

La falta de planificación y de un buen manejo integral tanto en las mismas costas como en las cuencas altas, la deforestación, el cambio de uso de suelo para desarrollos urbanos, la minería o el relleno para la construcción, han sido una de las principales causas en las últimas décadas de la degradación de nuestras costas, la perdida de hábitats y aunado a esto, la  pérdida de la flora y fauna que se encuentra en ellas, sin mencionar el creciente problema de la basura en el mar a nivel internacional.
 


 Alumnas:
Tania González
Viridiana Aguilar
Grupo: 310

FUENTES
https://cumbrepuebloscop20.org/turismo/mexico/regiones-naturales/


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